Yo no sé de música pero cuando voy a un concierto de orquesta, uno de los momentos que me resultan más excitantes es cuando todos los músicos comienzan a afinar sus instrumentos. Son minutos de expectación, de relajamiento y de concentración a la vez. Cada uno está metido en su artefacto musical: lo toca, lo escucha, lo vuelve a tocar, sin que le perturbe el ruido que hay a su alrededor.
¡Acompáñame a recorrer nuestro tiempo con sentido crítico y positivo! Mercedes Malavé