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Mostrando las entradas de marzo, 2019

Lidiar con la impotencia

Acostumbrados o resignados a vivir en revolución, ciertos fanáticos de la destrucción añaden, al flagelo comunista, el auto flagelo de que “nos tiene que ir peor para que esto cambie”.  La impotencia tiene visos de violencia porque verdaderamente impotente no es aquel que no puede materializar nada, sino el que no puede hacer nada de provecho. Nos toca lidiar, pues, con un gobierno salvajemente impotente y con la bulla de algunos que, frente a su propia impotencia, reaccionan con brusquedad, salidas ya y ceses porque sí. Creen que la impotencia se inhibe con violencia y hechos de fuerza, cuando en realidad es la otra cara de la moneda. 

Papas del lado "incorrecto"

El terrible atentado en Nueva Zelanda contra decenas de almas inocentes por el hecho de ser musulmanes, mereció la siguiente consideración de un fraile colombiano: “Si ellos (los musulmanes) hacen ataques terroristas contra nosotros (cristianos occidentales), entonces nosotros los hacemos contra ellos. Es la Ley del Talión en su peor versión. Los colombianos, así como otros pueblos, sabemos muy bien a qué clase de infierno conduce esa lógica: una escalada de violencia, una carga de dolor espantosa, un vergonzoso torrente de sangre inocente”. 

De infiernos y paraísos

Después de Cristo, la teología emplea el lenguaje filosófico y no viceversa. Lo contrario sería, a primera vista, ejercicio de ingenuidad o superstición. Sin embargo, la filosofía moderna parece no tener otra finalidad que remplazar a la teología. Sepultaron a la metafísica y hoy carecen de asideros conceptuales sólidos. Comenzaron por divinizar a la razón e instauraron el primer monoteísmo antropomórfico. De ahí a aquí, filósofos pretenden socavar la teología siguiendo el método ilustrado. Las consecuencias las vemos marcadas en conductas y discursos políticos. 

La realidad en el laberinto del lenguaje

No hay nada más práctico que una buena teoría, decía una buena profesora de filosofía, o profesora de filosofía buena, en este caso es lo mismo. Una de esas teorías que vale la pena poner en práctica es la del lenguaje: qué es, cuál es su finalidad, qué son las palabras, para qué se usan. Josef Pieper refiere una polémica literalmente clásica sobre el uso que le daba la sofística al lenguaje. Para los filósofos de la Escuela de Atenas, se estaba incurriendo en una tergiversación del lenguaje que pondría en peligro todo el sistema filosófico, cultural, político y moral de la paideia griega y, por eso, cargaron las tintas contra un movimiento que nació con una finalidad buena, como lo es el cultivo del lenguaje, la construcción del discurso, las clases de oratoria y de retórica, pero que podía ser letal.