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Mensajes “low cost”: empatía y simpatía

Ya se acerca –o ya llegó– el regreso a clases o al lugar de trabajo. Para algunos, estos días supondrán conocer gente nueva y entablar nuevas relaciones de amistad. Quizás otros experimenten la emoción de un re-encuentro anhelado durante las vacaciones. Puede ser también que unas cuantas personas tengan que retomar relaciones sociales difíciles, ambientes de trabajo antipáticos, aburridos, estresantes, etc. Tal vez sea un buen momento para pensar sobre algún aspecto que tenga que ver con la comunicación interpersonal.

Pensando además en la gran cantidad de personas que regresan a sus casas en vuelos baratos o “low cost”, la imagen, tan familiar para algunos, me ha servido para ilustrar otro clásico tema de la comunicación social: la comunicación no verbal.

Las expresiones y los gestos –del rostro, de las manos– suponen un gasto mínimo de energía corporal. Materialmente suman poquísimo a la comunicación, y por eso es muy difícil registrarlos: se esfuman, son como el viento. Van siempre unidos a la comunicación verbal y pueden cambiar drásticamente su significado. La expresión “ha llegado mamá” puede significar, según los gestos y el tono de voz con que se diga, incluso cosas absolutamente contrarias. Transmitimos mucho más de lo que decimos con las palabras.

La comunicación no verbal sólo puede ser interpersonal. Su valor material es tan bajo, tan low cost que se escapa de cualquier instrumento de comunicación. Hoy en día estamos súper comunicados gracias a las computadoras, a las antenas y a los satélites, sin embargo, podemos estar perdiendo la capacidad de comunicarnos no verbalmente. Todo esto puede dificultar las relaciones humanas. Recuerdo haber leído una vez que un niño le tenía que contar algo difícil a sus padres, y estando frente a ellos no se podía expresar. Entonces les dijo: “mejor vamos cada uno a un computador y se los digo por el chat”.

Sin embargo, los genios de la publicidad, que lo pueden transmitir todo, reflejan muy bien en este spot el infinito valor que puede tener un gesto, que sólo necesita del aire para cumplir su efecto.



¿Cómo podemos mejorar la comunicación interpersonal? Mejorando nuestro modo de expresarnos con los gestos y las maneras adecuadas. No se trata de vivir fingiendo ni de cultivar unas formas dulzonas, pedigüeñas o postizas. Se trata de algo mucho más difícil pero que vale la pena tener: la empatía.

Los griegos llamaron empáthya a la capacidad que tenían algunas personas de entrar en el mundo afectivo del otro. La palabra, de hecho, proviene de la unión del prefijo griego em, que significa dentro, y páthos que se traduce por afecto. Tener empatía es saber decir las cosas a una persona del modo adecuado, en el momento adecuado, con los gestos y palabras adecuadas.

Hay personas empáticas por naturaleza, así como las hay antipáticas a morir (anti-afectos). Lo primero que hay que hacer es conocerse. La mayoría notará que les resulta fácil empatizar con un tipo de personas, en cambio con otras les resulta difícil o casi imposible. La gama de tonalidades de las relaciones humanas es grandísima, y ninguno posee la empatía perfecta, aunque sí se la puede fomentar. ¿Cómo?

Creo que una buena meta para estos días de inicio o reinicio de las relaciones humanas puede ser ésta: “más empático o menos empático pero nunca antipático”. Así nos esforzaremos por entrar, cordialmente, sin violentar los sentimientos de nadie, en el mundo afectivo de los demás. Tener un gesto afectuoso con cada persona no cuesta tanto. Recordemos: un gesto es low cost y si cuesta es porque hace falta disminuir el orgullo, cosa que no viene mal a ninguno.

¡Cuánto aire de paz y tranquilidad daremos a nuestro alrededor si procuramos ser personas simpáticas! Sacaremos buen partido incluso de las cosas que puedan avergonzar a los demás; como ocurre con este niño en esta publicidad.



PD: Por cierto, el vocablo griego pathos no sólo hace referencia a los afectos buenos, sino también a los tristes. Por ejemplo, el derivado patheia significa sufrimiento. De allí que la palabra simpatía (sympátheia) signifique sin-sufrimiento, es decir, una persona agradable que no hace sufrir a las demás.

Comentarios

Mariana M. dijo…
Total y completamente de acuerdo...que importante es el lenguaje de los gestos...y eso de detenerse en el significado de la empatía y simpatía!Bien!
Otro dia se puede comentar personalmente,incluso por un pasillo?!
Mary Daniela BQ dijo…
¡Qué gusto leerte, M!. Muy acertada esta vez =)

La empatía es, además, una expresión de nuestra vida interior.
Yo creo que alguien que se esfuerza por su modo de hablar o gesticular, sin dudas encontrará menos esfuerzo en cultivar dentro de sí la manera en la que quiere/tiene/debe tratar a los demás... ¡Y hasta le saldrá natural el propósito!.

Te envío un simpático abrazo xD

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