A raíz del último artículo acerca de la película Alice in Wonderland, una persona me escribió: voy a pintar un cuadro que se titule Where is your Wonderland? para que las personas reflexionen sobre estos temas.
El comentario me animó a escribir la segunda parte del artículo porque, para que el cuadro sea completo, no podemos olvidar a dos personajes muy importantes en esta historia: el Sombrerero loco y Bandersnatch, el perro rabioso que custodia la espada.
El amor y la condena en Alice en Wonderland
En las películas de ficción la trama suele desarrollarse en torno a dos protagonistas y un antagonista. De los dos protagonistas, uno recibe la misión, inicia su cometido y, en un momento clave de la historia, encuentra a su compañero de aventuras. Por lo general, estos personajes se enamoran y quedan unidos al final del film. Una novedad que nos presenta Alice in Wonderland es que la persona que la ayuda a llevar a cabo su cometido no es el compañero de su vida. Entonces ¿quién es?
Pienso que este personaje protagónico no representa una persona concreta sino más bien abstracta, simbólica. El Sombrerero loco muestra el protagonismo que ejerce la amistad en el interior de las personas.
Pienso que este personaje protagónico no representa una persona concreta sino más bien abstracta, simbólica. El Sombrerero loco muestra el protagonismo que ejerce la amistad en el interior de las personas.
El Sombrerero loco es, pues, un buen amigo de Alicia. De las muchas definiciones de amistad que se pueden dar hay una que, bajo el mismo lenguaje simbólico que estamos analizando, explica muy bien el lugar que ocupa este personaje en el interior de Alicia. Se suele decir que “un amigo es un tesoro”, y también sabemos que “donde está tu tesoro allí está tu corazón” (Mt 6, 21). Un amigo es una ganancia del corazón, alguien que llevamos dentro. Se trata de una persona capaz de entablar un diálogo íntimo, confidencial, con cada uno de nosotros; alguien que puede tocar todas las fibras, desde las más superficiales (sensibles) hasta las más profundas, de nuestro corazón, y por eso nos facilita el camino de la vida a través de su compañía y de sus consejos; nos ayuda a cumplir todas nuestras metas casi sin darnos cuenta. Contar con amigos equivale a ser más felices, a dejar de estar aburridos. Los amigos son la alegría de la vida.
Si un amigo es alguien que puede entrar en nuestro interior, entonces es uno que nos puede ayudar a ganar muchedad, a ser más nosotros mismos, y con ello a ser más libres. Decíamos que la libertad interior en Alice in Wonderland es la facultad con la que Alicia decide unificar los dos reinos de su corazón para así llegar a ser más ella misma. Pues bien, el primero empeñado en que Alicia consiga unificar su corazón es el Sombrerero, el amigo, su confidente. Para ello está dispuesto a sufrir, a arriesgar, a perder. También está dispuesto a amar, a involucrarse tanto en la historia personal de Alicia que, con razón, al final es el que más sufre la despedida.
La figura del Sombrerero es clave porque nos puede enseñar la esencia de la amistad: un amigo es uno que quiere que tú seas más tú mismo; es el que te ayuda a vencer a la reina -o el rey- egoísta que todos tenemos dentro. La amistad verdadera hace que las personas salgan de sí mismas y se vuelquen en ayudar al otro para que sea mejor, y viceversa.
El Sombrerero loco es un hombre que ha perdido la cabeza; sin embargo, él sabe más que ningún otro cómo ayudar a Alicia, cómo asistirla en lo que ella necesita. Hay una escena en la que Alicia se hace tan pequeñita que el vestido se le hace muy grande. Entonces el Sombrerero le confecciona un trajecito a su medida. Bonita metáfora que muestra cómo los buenos amigos saben adaptar su capacidad de servir, de aconsejar, sus talentos y sus opiniones a la medida del otro. Los amigos se conocen y se comprenden bien. Ellos reconocen el esfuerzo y el valor que a veces supone tomar una decisión o hacer algo determinado; saben prestarse pequeños servicios y establecen entre ellos su propio lenguaje, lleno de gestos y de actitudes, muy agudo. Son capaces de comunicar sus sentimientos y sus impresiones sin hablar. Entre los amigos la mirada es algo muy significativo. ¡Un amigo es un tesoro!
Aunque el Sombrerero está loco, Alicia viaja encima de su cabeza. Hoy en día, las personas recurren a especialistas, a profesionales con experiencia y con muchos estudios para que les ayuden a resolver sus problemas. ¿No será que en vez de buscar personas brillantes lo que debemos hacer es dar más cabida a la amistad en nuestra vida? Un amigo no tiene que ser una persona brillante sino una persona leal, comprensiva, alguien que nos sepa aconsejar no porque sepa mucho, sino porque nos quiere con toda su alma.
Aunque se suele emplear el término para designar un tipo de relación, en realidad la amistad es una actitud vital que debe estar presente en todas las relaciones. Mientras más amistades tengamos, más felices seremos. Los vínculos entre las personas no necesariamente hacen la amistad.
Entre esposos, entre novios, entre hermanos, entre los hijos con sus padres… en todas las relaciones debe haber amistad como la actitud esencial y la más buena que nos permite reconocer el valor de la intimidad, de las luchas, de la libertad interior de cada persona. La amistad crea un clima de comunicación, de sinceridad, de confianza y de respeto mutuo: cara a cara, de tú a tú. No es verdad que la amistad es incompatible con la autoridad: éste es un viejo prejuicio que ya está anticuado. Hoy en día sabemos que sin amistad la educación resulta imposible.
Cuando en las relaciones familiares, de trabajo, de estudio, de noviazgo, no hay amistad, los vínculos se convierten en una fuente de insatisfacción y de tristeza, en una atadura de soledad.En la película se representa la condena como el castigo de la Reina de Corazones y su ayudante (Stayne) que deben permanecer juntos el resto de sus vidas sin ser amigos. Condenarse equivale a vivir vinculado, para siempre, con una persona que nos repugna, en una relación de enemistad.
Entre esposos, entre novios, entre hermanos, entre los hijos con sus padres… en todas las relaciones debe haber amistad como la actitud esencial y la más buena que nos permite reconocer el valor de la intimidad, de las luchas, de la libertad interior de cada persona. La amistad crea un clima de comunicación, de sinceridad, de confianza y de respeto mutuo: cara a cara, de tú a tú. No es verdad que la amistad es incompatible con la autoridad: éste es un viejo prejuicio que ya está anticuado. Hoy en día sabemos que sin amistad la educación resulta imposible.
Cuando en las relaciones familiares, de trabajo, de estudio, de noviazgo, no hay amistad, los vínculos se convierten en una fuente de insatisfacción y de tristeza, en una atadura de soledad.En la película se representa la condena como el castigo de la Reina
¿Cómo se cultiva la amistad? Es una pregunta difícil de responder porque la amistad es como un regalo de afecto, de confianza y de admiración. Para esto tiene que haber reciprocidad. Si bien requiere un poco de esfuerzo y de tiempo, también es necesario que el amor nazca como consecuencia del don sincero y mutuo de los amigos. La amistad encierra algo de misterio porque nadie ama si antes no ha sido amado: el hombre puede asumir su propio yo [su capacidad de amar] únicamente en la fuerza de aceptación que viene de otro, del tú, dice el Papa Benedicto XVI (Mirar a Cristo, p. 93).
Entonces ¿quién ama primero? En realidad, sin el amor de Dios es muy difícil cultivar amistades profundas, porque Dios es el amor primero. Por eso, Dios es el fundamento último de toda relación de amistad. Tener amistad con el Dios es el mejor modo de cultivar amistades humanas.
Entonces ¿quién ama primero? En realidad, sin el amor de Dios es muy difícil cultivar amistades profundas, porque Dios es el amor primero. Por eso, Dios es el fundamento último de toda relación de amistad. Tener amistad con el Dios es el mejor modo de cultivar amistades humanas.
La italiana Chiara Lubich lo dice de un modo bello, “a la italiana” (aunque lo traduzco): Hay un amor que Dios nos manda y que nos permite vivir la limpieza de corazón. Es el amor recíproco, de quienes están dispuestos a dar la vida por los otros, siguiendo el ejemplo de Jesús. Este amor crea una corriente, un intercambio, una atmósfera cuya nota dominante es la transparencia, la pureza, por la presencia de Dios que sólo puede crear en nosotros un corazón puro”. En cambio, la persona aislada del amor de Dios es incapaz de resistir por sí solo las demandas del propio egoísmo; mientras que en el amor victorioso de Dios el corazón humano encuentra un ambiente sano, capaz de proteger su pureza y toda su auténtica existencia.
Bandersnatch y la representación del mal
Bandersnatch |
De los tres tipos de mal sólo uno debe morir: el Dragón. La Reina de corazón debe vivir en el Reino Blanco de la pureza, mientras que Bandersnatch se convierte en un buen aliado de Alicia, aparte de otorgarle el arma del combate final.
¿Qué podemos aprender del mal a través de esta simbología? En primer lugar, que no todo lo que nos amenaza de muerte es esencialmente malo. Recordemos que nos encontramos en el interior de Alicia. Algunas veces nos podemos encontrar como Alicia ante Bandersnatch: en peligro de muerte a causa de un vicio o de una enfermedad. Puede también que reconozcamos un defecto dominante, que parece más fuerte y mucho más grande que nosotros. Pero, paradójicamente, y ésta es una enseñanza valiosa que podemos sacer de la película, ese defecto no hay que matarlo sino hacerle recuperar la visión, la perspectiva total de la vida. Así lo podemos convertir en un aliado para la conquista final. Una vez que está a favor de que ganemos muchedad, entonces no sólo nos proporciona la espada de combate sino que él mismo es un compañero de lucha, algo que nos ayuda a ser más fuertes, o a ir más rápido hacia la conquista de la meta.
Todo depende de nuestro proyecto de vida. La enfermedad ha sido para muchas personas –los testimonios sobran– una ocasión de madurez, de amistad, de comprensión, de alegría interior; un apresurarse a amar más que es la mayor meta que puede proponerse una persona. Por su parte, los grandes defectos pueden resultar buenos aliados en las batallas importantes: una persona con tendencia a la ira puede ser un enérgico combatiente frente a los males morales de la sociedad; una persona inconforme puede ser un luchador infatigable hasta conseguir grandes metas. Los apáticos y perezosos pueden enfocarse en un solo objetivo y no despistarse en mil batallitas innecesarias; pueden ser buenos compañeros de las personas muy enérgicas y aventureras. Las personas susceptibles pueden desarrollar una gran capacidad para la empatía, y así conocer las necesidades de los demás, porque saben ponerse en sus zapatos. Y así sucesivamente.
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