¡Los
buenos maestros despiertan tantos estímulos en quienes los escuchan! Admiración, deseos de
saber más, entusiasmo por la ciencia y por la sabiduría... Es lo que me
ocurre cada vez que escucho al Profesor Pierpaolo Donati, sociólogo
italiano de la Universidad de Boloña.
Amante de las sociedades y de las culturas, el maestro nos previene contra una mentalidad demasiado pendiente de los bienes materiales y muy poco ocupada en los bienes relacionales que son la base, y el alma, de la vida social.
¿Y
de que habla Donatti? De cosas tan naturales, y a la vez tan misteriosas, como las relaciones interpersonales. Es un sociólogo inquieto; no se conforma con el hecho, con lo fáctico, o con lo que llaman también la constatación empírica del hecho social. Él quiere, se ha propuesto, llegar más lejos con su ciencia. Por eso, se pregunta por las causas de cada evento social, y así va remontándose hasta llegar, como es lógico, al nódulo del problema que son nuestras relaciones.
Cuando Donati habla no lo hace en plan de psicología barata, de auto-ayuda o
consejillos prácticos para socializar mejor, sino que habla con la propiedad de un estudioso, yo diría de un sabio, que quiere
revolucionar las ciencias sociales y dar a la sociología una misión
más alta que la simple descripción de fenómenos y de hechos.
Tampoco es Donati el típico maestro teórico ilustrísimo... pero que nadie le entiende. Sus palabras, sin ser casuisticas, inspiran mucho; invitan a un comportamiento relacional más ambicioso, para cambiar algunos patrones sociales en los que estamos inmersos. Intentaré exponer algunas ideas del profesor Donati, sabiendo que mi
alcance es muy limitado.
1. El
sociologo nos introduce en una característica esencial de nuestro modo de ser que es la dimensión relacional. Somos seres igualmente racionales y relacionales. Si por mi inteligencia conozco quién soy, de dónde vengo, a dónde voy, la dimensión relacional está presente en esas mismas preguntas esenciales, del mismo modo como la razón que las formula está presente también. El principio del reconocimiento de la identidad de cada persona parte de las relaciones.
2. Tan inhumano es el comportamiento irracional como el irrelacional. Vivir individualístamente o aislado de los demás equivale a pérdida de lo más propio del ser humano. De hecho, es casi imposible que esto ocurra. Las relaciones humanas forman parte de nuestro interactuar con la realidad. Sabemos que sentimos porque estamos en relación con otros.... sabemos que queremos porque vivimos con otros seres queridos, sabemos que amamos porque amamos a alguien.
Zygmunt Bauman autor de Modernidad Líquida |
3. ¿Qué le inquieta a Donati? La falta de relaciones de calidad en nuestra sociedad. La constatación de que, aunque interactuamos mucho con el smartphone y con el chat, somos cada vez personas menos relacionales, más individualistas y menos abiertos a los demás. Los focos de relaciones más esenciales, como son la familia, la escuela, la universidad, etc., están pasando por una racha de morfogénesis, que quiere decir continuo cambio de formas y de conceptualización, hasta el punto que ya no sabemos cómo definirlas. Vivimos en una especie de cultura líquida, volátil, donde hoy es una cosa, mañana es otra, hoy trabajo aquí, mañana allá, y así sucesivamente. Faltan referentes relacionales sólidos, ambientes en los que las personas forjen su identidad (personal, profesional, sexual, etc.) de un modo continuo y hacia una misma dirección. Esta inestabilidad de las estructuras relacionales hace a las personas muy vulnerables y solitarias. Sólo se comparten cosas superfluas y por poquísimo tiempo.
4. Las relaciones humanas son mucho más que el intercambio de cosas materiales o inmateriales. Cada relación genera un plus de realidad, crea un efecto emergente, nuevo, que nace de las relaciones y es independiente de cada sujeto, así como un hijo es distinto a sus progenitores. Por eso, cuando hay problemas en las relaciones interpersonales, no basta con que cada miembro cambie. Es necesario cambiar también la relación. De algún modo, Donati nos invita a reflexionar de modo relacional, es decir, a pensar en función de las personas con las que nos relacionamos, y no sólo en función de mis defectos y cualidades. En definitiva, se trata de un ejercicio de salir de uno mismo incluso cuando nos proponemos mejorar en algo personal.
5. La amistad es el bien relacional más importante. Donati dice que entre los amigos casi no hace falta plantearse la caridad como virtud. Es la amistad el motor del amor verdadero y, por eso, de la caridad. Pero sobre esto ya escribí en otro artículo... te invito a leer
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