Los días que estamos celebrando constituyen el centro del misterio de la fe cristiana. El Papa Francisco ha dicho en reiteradas ocasiones que un cristiano no es un adoctrinado, ni un idealista, ni uno que se dedica a labores de voluntariado social: “ El cristianismo es una persona, una persona elevada en la cruz. Una persona que se anonadó a sí misma para salvarnos. Cargó sobre sí el pecado".
¡Acompáñame a recorrer nuestro tiempo con sentido crítico y positivo! Mercedes Malavé