Rafael Caldera recuerda la participación de Andrés Eloy Blanco en la Asamblea Constituyente de 1946. En medio de un clima tenso, de eternas discusiones y hechos de violencia, el poeta supo mantener la calma, en su posición de presidente de dicha Asamblea, gracias a su "fino temperamento", a su gran educación, nivel cultural, y, sobre todo, a su notable simpatía y buen humor.
¡Acompáñame a recorrer nuestro tiempo con sentido crítico y positivo! Mercedes Malavé