Dicen que los jesuitas tienen un aforismo que reza así: "Si quieres conocer a alguien, dale poder". A juzgar por el comportamiento y la exigencia personal con la que el Papa Francisco ejerce su ministerio, como cabeza de una de las instituciones más fuertes del Mundo, parece que bien prevenido estaba de las posibles contaminaciones del poder constituido, y por eso ahora le vemos actuar con una coherencia a prueba de balas, sin importar el qué dirán, sin miedo a cambiar aquellas cosas que, aun estando previstas para facilitar el ejercicio de la autoridad, no van de acuerdo con su estilo de vida, y por eso las descarta con toda sencillez.
¡Acompáñame a recorrer nuestro tiempo con sentido crítico y positivo! Mercedes Malavé