Ir al contenido principal

"El Discurso del Rey" y "Temple Grandin": los milagros del amor

No sé si han tenido oportunidad de ver estas dos películas recientes. Han recibido distintos galardones y creo que lo merecen por la calidad de actuación de sus protagonistas.
Ellos encarnan personajes con caracteres complejos, traumatizados y afectados por dolencias psíquico-motoras fuertemente notorias. También desde el punto de vista técnico, vale la pena fijarse en la originalidad de la fotografía de interiores, del uso del plano-contraplano de los diálogos (El discurso del Rey), y en el novedoso uso del flash back y de lo que podemos llamar el flash in, que nos introduce en la mente de la protagonista, en su modo de percibir las cosas y no sólo de recordar el pasado (Temple Grandin) .
Igualmente, los actores secundarios, o de reparto, resultan esenciales en ambas tramas. Ellos reflejan la actitud de quienes saben amar -el amor de una esposa, de un amigo, de una madre, de un maestro, de un terapeuta- con tal fuerza que son capaces de obrar verdaderos milagros de curación. Para los que somos creyentes, ambos films nos brindan la oportunidad de meditar en la enorme responsabilidad de ser hombres, dispensadores del amor fuerte de Dios que quiere transmitirlo a cada uno sin prescindir de las personas que están alrededor del enfermo.





Las temáticas que plantean estas películas están basadas en historias de personas reales que vivieron a mediados del siglo XX. Pero su contenido es profundamente actual. Hoy en día se conocen muchas técnicas para superar distintas dolencias psíquicas, y se ha avanzado mucho en las terapias del autismo y de los problemas del lenguaje. Sin embargo,  todas estas técnicas no suplen el único remedio que realmente cura las enfermedades psiquiátricas: el amor, la compañía, el respeto y la admiración. Pero, en ocasiones, el sufrimiento de estas personas produce un cierto rechazo -natural- e incluso el maltrato mutuo, muchas veces involuntario, como consecuencia de un sufrimiento con el que resulta muy difícil la convivencia. Y es que las enfermedades casi nunca las padece una persona sola. Somos seres relacionales; existe una comunión en el dolor, que hay que aprender a amar, porque allí muchas veces está el remedio.

El amor puede llegar a ser más fuerte que el dolor. Éste es el gran mensaje, y el desafío, que ambas películas nos proponen 
¡No dejen de verlas!  



Comentarios

Entradas más populares de este blog

Con ojos nuevos

La nueva Asamblea Nacional se instalará el próximo 5 de enero sin mayores novedades. Los nuevos diputados son viejos conocidos: tanto los del chavismo como los de la oposición. En estas elecciones volvió a perder Venezuela, como lo viene haciendo en el transcurso de este siglo que no termina de arrancar para nosotros. Seguimos postergando las soluciones a los gravísimos problemas estructurales, institucionales y humanos que nos aquejan: continuará el flagelo del hambre y el alto costo de la vida, la crisis inaudita de servicios básicos, la escasez de gasolina y un largo etcétera. La consulta popular y la nueva directiva del parlamento legítimo que propone el diputado Juan Pablo Guanipa y su partido, como alternativa de gobierno para el año 2021, acentuará la lógica del dualismo de poderes y sus consecuencias: sanciones y bloqueos, control de activos en el exterior, atentados contra la soberanía, salidas de fuerza, seguirán formando parte de la agenda de un sector político que aún cons...

El hombre relacional: apetitos, deseos y hábitos

Hemos visto que la realidad viene interiorizada por el hombre gracias al conocimiento : “El conocimiento es una relación entre un sujeto y un objeto: Lo que distingue al conocimiento de las demás actividades inmanentes [interiores] que hallamos en los seres vivientes, es que establece una relación sui generis entre dos términos correlativos que pueden llamarse, en lenguaje moderno, el sujeto y el objeto” (Vernaux: 38). Dicha relación establece una unión que es “radicalmente distinta de la síntesis física o química, en la que cada elemento pierde su naturaleza propia y se funde en un todo (…). En el conocimiento, el sujeto, aun permaneciendo él , capta el objeto como tal, como distinto, como diferente de él ” (Vernaux: 39). Si el conocimiento implica una relación –o asimilación– que no supone la anulación de lo conocido, entonces, el hombre permanece en una continua referencia hacia las cosas y las personas que conoce . Esta relación nos habla de una apertura fundamental del hombre h...

Bovarismo criollo

A Jules de Gaultier le debemos el hallazgo de ese curioso mal que aqueja a los personajes de Flaubert, inmortalizado en Emma Bovary. Se trata de la tendencia a concebirse distinto de como se es. “Todo hombre, en el fondo, es un bovarista” decía Antonio Caso. Ninguno de nosotros es libre de espejismos, máxime en un mundo donde un App o un laboratorio de tuits, construye, crea y convierte la ficción en información -síntesis apretada del fenómeno de la posverdad-. Basta que una idea o fantasía se asome en la conciencia para que los individuos tiendan a volverla realidad: “Nos vamos sacrificando a nuestra mentira”, sentenciaba precipitadamente el filósofo mexicano.   Así las cosas, el impulso bovarista o inclinación a pensarnos diverso de como somos en realidad, constituye la fábrica por excelencia de idealismos, utopías o ideologías autorreferenciales. Basta que el individuo que pretenda encarnar su falsa idea de sí sea un líder carismático para que aquello cunda por doquier, apoyánd...